La presencia y contribución de las mujeres en la industria tecnológica no solo ha sido significativa, sino vital para su evolución y progreso. A lo largo del tiempo, las mujeres han desempeñado roles fundamentales en el desarrollo de avances tecnológicos que han transformado nuestra sociedad de manera profunda.
Desde los inicios de la informática, figuras como Ada Lovelace, Grace Hopper, Margaret Hamilton y entre otras han dejado una huella imborrable. Lovelace, considerada la primera programadora de la historia, anticipó el potencial de las computadoras mucho antes de que existieran, sentando las bases para lo que hoy en día conocemos como programación informática. Su visión y habilidades han inspirado a generaciones de mujeres a seguir carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.
A medida que la tecnología ha avanzado, las mujeres han continuado desafiando los estereotipos de género, desempeñando roles clave en campos como inteligencia artificial, ciberseguridad, biotecnología y desarrollo de software, lo que puede interpretarse como un gran avance. La inclusión de diferentes voces y experiencias en el proceso de creación de tecnologías no solo promueve la equidad de género, sino que también resulta en soluciones más completas y eficaces. Sin embargo, a pesar del progreso realizado, persisten desafíos significativos ya que las mujeres siguen estando subrepresentadas en la industria tecnológica, especialmente en roles de liderazgo y en campos técnicos. Las mujeres solo ocupan un 25% de los puestos directivos en América Latina y el Caribe, mientras que “solo el 17% de las empresas de la región tienen una mujer como CEO” según el Banco interamericano de Desarrollo. *
Las barreras como el sesgo de género, la falta de modelos a seguir y la discriminación en el lugar de trabajo continúan siendo obstáculos que deben superarse y para abordar estos desafíos se debe promover una mayor inclusión. Según un informe de McKinsey & Company sobre mujeres en el lugar de trabajo, el 58% de las mujeres encuestadas en todo el mundo creían que había barreras para el avance de las mujeres en el trabajo, como sesgos de género y estereotipos. Por esto, es fundamental fomentar una cultura empresarial que valore y celebre la diversidad de género, esto incluye implementar políticas de contratación equitativas, proporcionar oportunidades de desarrollo profesional y apoyar iniciativas que promuevan la participación de las mujeres desde una edad temprana.
Además, es crucial que las empresas y organizaciones tecnológicas reconozcan y celebren los logros de las mujeres en la industria, así como destacar los éxitos y contribuciones de las mujeres, que no solo inspiran a otras a seguir sus pasos, sino que también ayuda a cambiar la percepción general sobre el papel de las mujeres en la tecnología.